Reinicio × Aventura × Ansiedad

lunes, 28 de marzo de 2011

[ F A N T A S M A S ]

El año pasado fue uno de esos años para el olvido, de esos años que ojala nunca vuelvan a la memoria… suena trágico, tal vez hayan peores. El tema es que hay dos ámbitos en que definitivamente dieron cuenta de ello para mí: la universidad y la Formula 1. Del primero he hablado mucho y creo estar plenamente consciente de las consecuencias que he tenido que acarrear producto de ese fracaso (sí, así, derechamente). Del segundo, aunque no me afecte directamente, es sabido que como fan (sí, y fan de verdad) soy susceptible a cambios de ánimo fácilmente cuando veo una carrera y más aún cuando llega la hora de la bandereada final, cuando se analizan los resultados y comienza el estudio, las tendencias, los puntos, la situación en el campeonato. En este último punto, bueno… el año pasado no fue bueno definitivamente, siento que han tocado algo que era muy preciado para mí, el equipo al cual sigo, el equipo que fue invadido, el equipo que ya no es lo mismo…

El seguimiento de Felipe Massa en la Scuderia es hoy por hoy lo único que me aferra a seguir viendo F1, antes de él también estuvo él… solo que acompañado por un compañero de equipo, eso en suma daba Ferrari, y a Ferrari lo vengo siguiendo desde 2005 con Michael Schumacher y Rubinho Barrichello. Historia larga que merece un tema aparte pero que tiene un referente sobre lo que estoy escribiendo aquí, porque desde ese año precisamente que fijé mis ojos en un solo piloto de toda la parrilla, y lo hice ya que lo único que deseaba con toda mi alma era que no pusiera un pie en la escuadra del ‘cavallino’. ¿Aura, capricho, presentimiento, corazonada? No lo sé, pero sea como sea en los años venideros creo que fui confirmando ese deseo con hechos reales y comprobables. ¿Podría haber cambiado de opinión? Tal vez sí, pero en cuanto se me pasó siquiera esa pregunta por la cabeza ya veía con mis propios ojos que es inútil, hay personas que tienen una especie de ADN único e ineditable, es imposible que cambie, yo veo F1 desde 2005 como les dije y desde ese año que sigue siendo el mismo dentro de la pista y fuera de ella, pero dentro del paddock (no quiero entrometerme en su vida privada, que no es de mi incumbencia ni me interesa tampoco).

2010 fue un pésimo año para Felipinho, asistí a casi todas sus carreras (involuntariamente sólo descontando Istambul Park, porque tenía junta nocturna con amigos y, voluntariamente, cuando supe que sería el escudero en Ferrari por el título, a partir de Monza). Vi cómo arrancó bien, pero ya en la tercera carrera empezó el decaimiento… lento pero constante. Trataba en lo posible de seguirme aferrando a la idea de que algo podía cambiar en él, algo que lo hiciera tan fortíssimo como en 2008 cuando peleó mano-a-mano con Hamilton por el campeonato hasta la última vuelta de Interlagos, donde lo perdió por sólo un punto. Ese ‘algo’ era mi esperanza, mis anhelos, algo que me diera esa satisfacción y esa euforia como fan que no sentía desde 2007, ese algo que nunca llegó… hubieron sendos destellos, como en Hockenheim, que se apagaron bruscamente para volver a la realidad. El golpe que me llegó, el de knock-out, fue en Monza… viendo cómo miles de tifosis allá celebraban una victoria que sabía a champaña, y que para mí no sabía a nada. Fue ese momento cuando dije: “Hasta 2011”. Ha sido difícil, pero siento que en el instante en que se cierra una temporada, hay algo que mágicamente me brinda esperanzas de que el año siguiente será mejor, que algo ocurrirá, que algo cambiará, no lo sé exactamente… es una especie de expectación anticipada y algo pitonisa. Es algo de lo que me aferro, algo que me hace alimentar los deseos de que llegue otra temporada de Formula 1, algo que seguramente muchas personas (fans como yo) también lo sienten de alguna u otra forma, involucrando al mismo protagonista o a otros.

Hoy nos encontramos con un libro lleno de páginas vacías listas para ser llenadas con historias, con resultados, con números, el libro llamado Formula 1 2011. Libro que empezó a llenarse la semana pasada con una carrera que esperé por mucho tiempo, con mucha ilusión, con mucha fe… pero… para mí, lamentablemente, una vez más no de buena forma. Felipe abrió fuegos en Australia con discretos puestos en las prácticas libres de Australia, pese a que decía que con los neumáticos duros de Pirelli ya no sentía los mismos problemas que con los Bridgestone compuesto duros, sobre todo a la hora de calentarlos en pista. En la clasificación casi se queda fuera de la Q3, bloqueó mucho, tuvo salidas de pista y se le veía nervioso en la conducción, inquieto, como si algo no saliera bien. Bueno… no todo es bueno en la vida, ¿por qué no desquitarse en la carrera del Domingo? Ganó Vettel y por paliza, Hamilton segundo, Petrov completando el podio como sorpresa… Alonso cuarto… Massa noveno (en rigor séptimo por la sanción a los Sauber, pero moralmente sí, era un 9no). Largó bien, escaló posiciones, se puso por delante de Alonso y empezó el vía crucis: lento aguantaba a Button, lo cerraba bien, peleó por defender la posición pero adelante Petrov se disparó, a Button no lo dejaba nunca lo suficientemente detrás y Alonso, detrás del inglés, ya estaba al asecho. Massa aprovechó de cambiar a duros, grueso error, perdió posiciones, cayó al 6to, luego otros puestos más y acabó casi fuera de los puntos.

Me sentí mal en la carrera, no desde el comienzo, pero me bastó ver a Alonso adelantar a Massa para que se me volviera a desconfigurar el rostro. Es frustrante esperar cuatro meses para ver que los fantasmas siguen rondando, esos fantasmas que pensé que se habían esfumado. Fue suficiente una temporada completa ¿para ver otra más en las mismas condiciones? Sinceramente espero que no, sinceramente espero que si Felipe está destinado a tener una malísima carrera, haya sido la de Melbourne. No quiero volver a pasar por lo mismo, no quiero más fantasmas, claro… no depende de mí, pero siento que igual me afecta en cierta forma, mal que mal los fanáticos somos así.

Ha sido la primera carrera, quedan 18 más por delante y 6 puntos como primera meta que son perfectamente superables, este fin de semana se viene Malasia, aún sigo esperando reivindicación. Lo único que quiero es no tener que escribir en una semana más la continuación de este escrito, sino que cambiarlo por algo más alentador, algo como: “resurrección”. De corazón deseo que todo esto cambie, así que tocará esperar y seguir alentando. Vamos Felipe, tú puedes.

sábado, 26 de marzo de 2011

"Ayrton, o herói revelado" - Capítulo 2: Un correcto Da Silva

En el Corcel verde de Ayrton estaba todo preparado para el viaje de luna de miel desde Santana hasta el hotel Maksoud Plaza, en la región privilegiada del barrio Dos Jardins. Cuando él y Lilian fueron a coger el coche en el garaje de la casa de los padres de ella, la suegra, doña Grizelda, fue atrás, descendiendo las escaleras con una bandeja de dulces:

- Beco, Beco, aquí los dulcecitos para que ustedes se sirvan.
- Doña Grizelda, la última cosa que quiero comer hoy es un dulce…


Era el final de una ceremonia de boda que transcurrió exactamente como Ayrton y Lilian habían planeado en la salida del motel Chalé, dos meses antes. Las fotos que Lilian guardó para el resto de la vida muestran al prometido de pantalones formales, cinturón negro y camisa de seda azul abierta en el pecho. Doña Neyde, seria, miraba al suelo. Milton, pareciendo disperso, usaba sólo una camisa de mangas cortas beige-claro, cuyo bolso dejaba translucir una cajetilla de cigarrillos Carlton. Viviane, con collar, usando un elegante vestido blanco hielo, con maquillaje azul, era abrazada por detrás por el marido, Flávio.

Diez mesas decoradas fueron colocadas alrededor de la piscina de la casa de Senna. La operación de invitar los amigos más íntimos fue tan rápida, que algunos, pillados de sorpresa, ni llevaron presentes. Pero todo fue de acuerdo con los planes, salvo por una broma de Júnior, que empujó a doña Neyde con ropa y todo en la piscina. Júnior fue severamente reprendido por el padre de Lilian.

Tchê vivió ese día un episodio que lo dejó muy triste. Él vio, en un rincón de la lavandería, cubierto por una lona, un torno mecánico que montó a Ayrton. Y arriesgó:

- Ayrton, ¿puedo pedir un presente? Quiero llevarme el torno…
- Por mí, todo bien. Pero tiene que hablar con Miltão...


Ese era el problema. La respuesta:

- De ninguna manera. Voy a llevarlo para la hacienda.

Disconforme, Tchê esperó que Milton se alejara y llevó a Ayrton a una esquina.

- Ayrton, ¡el torno es tuyo!

No sirvió de nada. Tchê pasó la mayor parte del tiempo de la fiesta aislado, conversando con un tío de Ayrton y con Júnior. Al volver a casa, le dijo a su mujer una frase que mostraba toda la tristeza de aquel día:

- Lo que yo no tengo, yo debo a Ayrton Senna...

La noche en la suite presidencial del hotel Maksoud Plaza fue precedida por un ritual que la mayoría de las chicas de familia de Santana adoraba. Lilian entró en el cuarto cargada en los brazos por Ayrton. Al día siguiente, la pareja fue a Chicago a pasar diez días en la casa de Fábio Machado, el primo de Senna que se haría, años después, su socio y director del Instituto Ayrton Senna. Tras diez días con Fábio y su mujer, Nice, la pareja siguió derecho hacia Inglaterra. Allá, la hija única y mimada, acostumbrada con el calor de Brasil y las mesas abarrotadas de las familias acaudaladas de Santana, sufrió dos shocks.

Primero, la casa pequeña, sin aspirador de polvo y con una sala en que había un sofá color mostaza donde exactamente 19 gatos de estimación del morador anterior acostumbraban a dormir. No había forma de cómo eliminar el olor. Todo estaba tan sucio, que la pareja tuvo que pernoctar en la casa de Ralph Firman, dueño de la Van Diemen. Nada de paseo, cine o restaurante.

El segundo shock: en la cena en la casa de Ralph Firman, un bistec, un huevo y una hoja de lechuga para cada uno de los comensales. El condominio era tranquilo, pero parecía ser habitado sólo por personas por encima de los 50 años de edad. Lilian tuvo la sensación de que iba a vivir en un cementerio.

lunes, 14 de marzo de 2011

Paralización temporal de "Ayrton, o herói revelado"

Hola a todos.

Siento mucho si los he dejado colgados con los capítulos que debería haber subido de "Ayrton, o herói revelado". Tuve un accidente, es decir, no yo... sino uno de mis archivos en Word (*.doc) en donde tenía una parte de la traducción del libro lista, el asunto es que cuando tenía Windows XP (con el Office 2003) y estaba editando constantemente ese archivo con la traducción, le puse formato al texto (fondo de color, letras blancas) con la esperanza de que si encontraba algún software que crease pdfs en base a la conversión de Word a PDF, lo haría no sólo con el texto, sino que también con el formato.

Sorpresa mayúscula la mía cuando me entero que, una vez instalado Windows 7 Ultimate en mi laptop y Office 2007, al abrir dicho archivo no me aparece nada de texto, sólo un registro que supera los 890.000 caracteres y una sóla palabra, según estadísticas de Word.

Si alguien logra ayudarme, se lo agradecería enormemente, además de permitirme continuar con la historia.

domingo, 6 de marzo de 2011

[ E M O C I O N E S ]


Una de las cosas que pude percatar durante mis vacaciones fue que a final de cuentas, independientemente de lo malo que pueda sucederme o de lo que pueda hacerme más "frío", es que sigo siendo un ser humano. Como tal, a diferencia de otros seres vivos, tenemos emociones. A los hombres normalmente se les estigmatiza cuando expresan emociones porque hay una imagen retrógrada y totalmente obsoleta que nos tacha de "débiles" cuando queremos reconocerlas, a final de cuentas es algo estúpido. Yo al menos no tengo problemas en hablar de eso, porque simplemente soy un ser humano más.

En Febrero, hubo un día en que sencillamente perdí la cabeza. Mi cuerpo tiritaba a ratos, la angustia y la preocupación me invadían de pies a cabeza, por minutos pareciera que mi mente se bloqueó sin atinar a hacer nada o a planear nada. Creo que hacía mucho tiempo que no me sentía así, bueno... tal vez no tanto tiempo, pero por una mujer realmente estimaría unos 3 años y en medio de una relación de pareja. Contexto desde mi punto de vista justificado, pero lo que pasó hace poco sucedió en un contexto distinto. ¿Por ello menos o nulamente justificado? No lo sé. Atiné a llamar a su móvil, no me contestó, estaba dormida, en su lugar habló una tía suya de Grecia y claramente no pudimos hablar. Finalmente le encargué a un amigo en común, John Archavlis, que la llamara y le diera un recado de parte mía.

Cerca de una semana después de ese episodio, ya más tranquilo por saber que no tenía por qué estar angustiado y que Rose estaba bien después de todo, con la tormenta ya apaciguada, sucedió otro episodio. No había tenido acceso a internet durante toda esa semana porque estaba vacacionando en Chiloé y armábamos planes para salir a conocer diariamente desde muy temprano en la mañana hasta muy tarde en la noche con mi familia. Asumí que no podría conectarme ni leer nada, mi móvil no me dejaba tampoco, así que me resigné a reconocer que debería esperar. Recibí un mensaje de ella, parecía preocupada porque me había desaparecido de pronto (llegando a pensar incluso que no quería nada con ella) así que a la mañana siguiente aproveché de levantarme temprano e ir a un cyber para responderle. Cuando reviso todo me doy cuenta que me había enviado dos emails y un comentario en mi canal de YouTube visiblemente preocupada por mi estado. Asimismo un amigo en común de ambos, John Archavlis, me cuenta que cuando la llamó a su móvil (Rose) para darle mi recado el día en que estuve preocupado por su estado de salud en un primer intento no pudo hablar con ella, pero como es griego pudo hablar con su tía, no había por qué preocuparse. Le pedí que por favor hablara con ella y en el segundo intento lo consiguió, me dijo que hablaron, me dijo que Rose lloraba porque pensaba que mi ex tenía intenciones de volver conmigo y escribió "she's crazy about you mate".


Creo que nunca llegaré a dimensionar cuan cercana puedes sentirte de una persona por esmerarte en conocerla. Creo que nunca, pero nunca llegaré a dimensionar cuánto puede querer o incluso amar una persona a otra por enviar un correo electrónico, una grabación, un video o una foto a través del tiempo. Creo que nunca lograré dimensionar cuan fuerte puede volverse un lazo por brindar afecto, confianza y aprecio en los buenos y malos momentos detrás de un monitor de laptop. Creo que nunca lograré dimensionar si realmente ella lloró por mí o cuan preocupada pudo estar por mí. Creo que nunca lograré dimensionar cuánto puede echarme de menos o cuánto piensa en mí diariamente. Lo que sí sé es que si en Julio la llego a ver con mis propios ojos frente a mí... todas esas dudas se han de aclarar simultáneamente... en ese instante.
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