Reinicio × Aventura × Ansiedad

domingo, 24 de abril de 2011

Un año...

Hola.

Sí, ha pasado un año. ¿De qué se preguntarán algunos? Claro, no puedo saber exactamente quién pasa por aquí, así que es de suponer que tampoco sé si me conocen o no. Bueno... es una buena pregunta, se cumple un año ¿...de qué?

Nunca pensé que iba a ocurrir todo esto, tal vez uno pueda pasarse mil rollos por la cabeza je, pero en el fondo uno nunca sabe lo que deparará lo que muchos llaman "destino". En fin, es una larga historia, pero tal vez todo el inicio pueda resumirse en esta imagen:


Sonrío un poco al leer esto, recuerdo perfectamente en lo que pensaba el día que la vi por primera vez: es preciosa, tenía un aire a una ex-compañera del liceo (que dicho sea de paso, no me inspiró en absoluto lo que ella sí me inspiró) y de alguna manera tenía que conocerla. Entonces pensé en escribirle, sin hacerme ninguna expectativa, era algo que podía ser respondido... tal vez podrían haber pasado días... semanas... meses sin responderme y listo, ahí quedó, fue todo, buenas noches los pastores.

Pero me respondió, allí partió todo jeje... siempre hubo un hilo, de lo más general a lo más íntimo, todo dándose de una forma tan natural y espontánea que daba como para pensar en un lindo lazo que se estaba formando. De pronto empieza a surgir un sentimiento de dependencia, como si el hecho de que pasara más tiempo de lo normal sin recibir alguna noticia de ella, un mensaje, una conversación, una grabación, algo... me volviera totalmente idiota jajaja. En fin... con el tiempo empecé a sentir algo que particularmente en este caso, era (y tal vez lo siga siendo) una verdadera locura, algo que realmente trasciende de lo común pero que al mismo tiempo resulta ser algo que se ve en todos lados, empecé a sentirla como alguien especial para mí.

Hubieron varios episodios que pudieron haberme echado atrás, que tal vez por aspectos de cultura que nos diferencian se dieron o sencillamente porque no había la suficiente confianza o el suficiente cariño. Era como para haber replanteado seriamente mi postura, pero por alguna u otra razón (en algunos casos gracias a ayuda de terceros y en otros por iniciativa propia) continué adelante, como esperando y esperando la forma en que se desarrollarían los hechos más adelante. Definitivamente la palabra "paciencia" la interioricé muchísimo, sobre todo en estos casos, y creo que sólo el tiempo dirá si esa paciencia realmente valió la pena.

En fin... el tiempo pasó y pasó, nos fuimos conociendo de a poco, todo lazo lleva tiempo para que adquiera una cierta fuerza. De pronto ocurrió algo a inicios de Diciembre del año pasado que sentí que dio un giro radical. Fue justo un día 9, el día en que mi viejito cumple años. Estaba en la Biblioteca Central de la U, el día malo con cara de llover, con la seria intención de estudiar jeje, había recibido un mensaje de texto de ella a mi móvil, estaba dolida... entristecida, le había enviado una grabación pocos días antes pidiéndole explicaciones de por qué de pronto nuestra comunicación se había interrumpido. Recuerdo que me dijo algo como: "you don't know how much I care about you", pensaba que estaba enojado con ella, le dije que lo malinterpretó porque mi intención era demostrar preocupación por su estado, pidió disculpas y me preguntó si quería que termináramos... y entonces pensé:

"¿terminar? ¿terminar qué...? ¿hemos tenido algo juntos?"

OK, reconozco que me pasé rollos, pero siempre traté de mantener los pies en la tierra: una linda amistad en la que ambos nos hemos demostrado cariño el uno hacia el otro. ¡Y listo! Nada más que decir, pero... pero en ese momento vi que a ella le estaba pasando algo similar a lo que estaba sucediendo conmigo. Esa sensación de que algo más que una simple amistad estaba floreciendo... algo tan extraño por el sólo hecho de tratarse de una corazonada, algo tan abstracto que sólo puede ser medido en base a lo que como seres humanos somos capaces de ver en el otro (bueno... en mi caso: en la otra... je).

Casi como un hachazo me percaté que estaba inmerso en una relación a distancia, nuevamente como ironía de lo que llaman destino, claro que... esta vez no se trataron de 320 km. Para nada... se trataba de más de 11700 km. Y entonces comenzaron las promesas... esas promesas que quedan en la mente dando vueltas. En mi caso particular, en otra historia del pasado y en un contexto totalmente distinto me hicieron mucho daño. Las promesas en el fondo pueden ser un hermoso motivo para soñar o un arma para reprochar o para buscar explicaciones por un infringimiento a ésta. Espero que en éste caso sea lo primero.

Hacia fines de 2010 vino la noticia, que oigo como promesa, pero ella me lo ha reiterado varias veces desde ese entonces: venir a Chile a conocerme. Sí, creo que si estar metido en una relación así es una locura, lo que me dijo es como para mandarla a un manicomnio de por vida jajaja. Pero bueno... tal vez en la vida a veces uno tiene que ser un loco para poder entender por qué somos humanos. Es como si te pusieran un camino recto y lineal por delante, como para cruzarlo sin problemas y llegar sin novedades pero, te das cuenta que hay un camino por un costado que no está demarcado, que muestra muchas más cosas que descubrir pese a que luce más sinuoso o pedregoso que el primero... por curiosidad, por porfía tal vez... nos vamos por el segundo.

En las vacaciones recién pasadas de verano que tuve ocurrió otro episodio, que en realidad me hizo pensar en que nunca sabré realmente la dimensión de lo que tenemos entre nosotros. Supe por un amigo que estuvo llorando por mí, no precisamente derramando lágrimas de felicidad sino de tristeza... creo no haber hecho nada malo, he tratado en lo posible de ser sincero y transparente, obviamente sin hacerle daño, pero es que es... demasiado especial. Rose es una chica preciosa, una mujer maravillosa, es sensible... dulce... sincera, es independiente, trabaja, es una mujer libre de hacer lo que quiera... lo que le guste, no siente presión del tiempo ni de lo que dirán los demás... es libre de escoger al hombre que quiera, al adecuado por cierto, al que la quiera y la ame de verdad...

Un año y estamos aquí... esperando a ver si el cuento de hadas termina con el final feliz.

Difícilmente olvidaré esto...
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