
Al comienzo, era incluso un juego más para su hijo inquieto y agitado, facilitado por el hecho de que Milton era dueño de una fábrica metalúrgica. Un hombre de origen humilde, hijo de un conductor de Horto Florestal (Sâo Paulo), Milton empezó a construir su fortuna personal en el negocio de compra-venta de automóviles, negociando con las tiendas ubicadas en los alrededores del complejo penitenciario de Carandiru, en el barrio de Santana, zona norte de Sâo Paulo.
Hábil y riguroso en el trato con el dinero, Milton no dejó pasar mucho tiempo antes de acumular un capital que le ha permitido no sólo la financiación de los dueños comerciantes, como ampliar el negocio y construir una metalúrgica Universal, que lo transformó en un próspero proveedor de la naciente industria automovilística brasileña. Milton también entró en el rubro de la construcción civil y, años más tarde, se convirtió en el propietario de decenas de haciendas y de millares de cabezas de ganado en la región Centro-Oeste y en Bahía.
“Miltão”, como siempre ha sido tratado por amigos y familiares, incluyendo a su mujer, Doña Neyde, gustaba de los coches y de las carreras. Sin embargo, por mucho que él desease, se puede decir que nunca se le pasó por la cabeza que Ayrton se convertiría en un piloto de competición.
Dentro de Sudamérica, el automovilismo brasileño era una fuerza. Las pocas carreras, en aquel inicio de los años 60, eran muy peligrosas y a veces fatales, tanto para los pilotos como para los espectadores, especialmente cuando se corría en circuitos urbanos, como los de Piracicaba, Petrópolis y Río de Janeiro.
Un retrato de la época: en un fin de semana de octubre de 1964, en el circuito de Barra da Tijuca, se produjo un episodio que muchos en deporte consideran un acontecimiento único en el automovilismo mundial: un mismo coche, un Alfa Giulia, mató a dos personas, en la misma carrera, en dos momentos diferentes, con dos pilotos distintos al volante. En el primer accidente, el piloto Mario Oliveti arrolló a dos guardias de la policía militar, uno de los cuales murió días después. Posteriormente, Carlos Augusto Lamego se hizo cargo de la misma Alfa Giulia para terminar la carrera, aunque no estaba inscrito en la prueba. Patinó, perdió el control de su coche y se dirigió en dirección hacia los espectadores. Una joven murió instantáneamente.
El kart iba a ser, por lo tanto, un juguete. Una alternativa a las bicicletas y los carritos de rodamiento (similar al kart, sin motor, se usa frecuentemente en bajadas) de aquel niño que nació mediante parto normal a inicios de la madrugada del 21 de marzo de 1960, en la maternidad tradicional Pró Matre, en Bela Vista, zona central de Sâo Paulo.
La casa en donde Ayrton pasó los primeros cuatro años de su vida perteneció a João Senna, padre de Doña Neyde, y estaba ubicada en la esquina de la Av. Aviador Gil Gilherme con la Av. Santos Dumont, a menos de 100 metros del Campo de Marte, una gran superficie donde funcionaban el Parque de Material de Aeronáutica y un aeropuerto.
¡Solo puedo decir: mas! :)
ResponderEliminarSin prisa, estas haciendo un gran trabajo.